Mocos en bebés: Descubre cómo ayudarlo a dormir mejor.
Cuando un bebé tiene mocos normalmente su sueño se ve afectado, y aunque es algo común, en medio del caos solemos buscar consejos efectivos que nos ayuden a disminuir los síntomas de la congestión nasal en nuestro pequeño. En este artículo, te brindaré soluciones prácticas para que los mocos en tu bebé no interrumpan su sueño.
¿Cómo afectan los mocos el sueño de un bebé?
Aunque los mocos en bebés es algo normal y que en la mayoría de los casos no debería generar preocupación. A los padres nos causa ansiedad el hecho de que el bebé no pueda descansar lo necesario debido a los síntomas del resfriado.
La congestión nasal genera mocos que interrumpen el sueño del bebé, porque le ocasiona dificultad para respirar por la nariz. Un bebé de 6 meses ya prefiere respirar por la nariz, por lo tanto al tener la nariz congestionada se despertará con frecuencia sintiéndose incómodo.
Debido a la congestión, el bebé buscará posiciones para dormir que no son las más ideales. Así que, puede que también manifieste malestar físico, irritabilidad y cansancio durante el día por no cumplir de manera efectiva su ciclo de sueño nocturno.
¿Cómo ayudar a dormir a un bebé con mocos?
Un bebé con mocos puede llegar a sentirse incómodo y sobre cansado, los padres hacen bien en buscar técnicas de cómo ayudar a dormir a un bebé con congestión nasal. Hacerlo no solo beneficia al bebé, sino que también alivia la ansiedad de los padres.
Consejos claves para ayudar a dormir a un bebé con mocos:
Humidifica el ambiente:
Colocar un humidificador en la habitación de tu bebé, un ratito antes de que el bebé vaya a dormir, ayudará a despejar sus vías respiratorias y contribuirá a que su respiración sea más tranquila y fluida. Asegúrate de cambiar el agua todos los días y ubicarlo cerca de tu bebé para que el vapor haga su efecto.
Eleva el colchón:
Una posición semi-inclinada mejora la oxigenación porque permite que debido a la gravedad los mocos del bebé drenen hacia la garganta y no se acumulen en las fosas nasales. Puedes tomar una toalla enrollada y colocarla debajo del colchón para lograr la inclinación. No utilices almohadas y toallas bajo el bebé.
Da un baño tibio:
Además de relajar al bebé, un baño tibio afloja los mocos de las vías respiratorias. Puedes optar por darle un tratamiento de vapor cerrando la puerta del baño para permitir que el vapor se acumule y tu bebé lo pueda respirar. Asegúrate que la temperatura del agua sea adecuada y siempre vigila a tu bebé.
Limpia la nariz con suero fisiológico hipertónico:
Este método es muy efectivo y seguro para limpiar los mocos del bebé y hacer que pueda dormir mejor. La sal, además de ayudar a aflojar y expulsar los mocos mantiene las fosas nasales hidratadas evitando que así los mocos se acumulen.
Puedes colocar dos gotas en cada fosa nasal para aflojarlos y luego utilizar una ducha nasal o una jeringuilla con adaptador para limpiar los mocos.
Hidrata continuamente a tu bebé:
Es necesario que durante todo el día ofrezcas líquidos frecuentemente a tu bebé. El consumo de líquidos ayuda a que la garganta, las vías respiratorias y las membranas mucosas se mantengan hidratadas y se reduzcan los mocos en el bebé, así cuando llegue la hora de dormir no tendrá demasiada congestión.
Algunas opciones de líquidos que puedes ofrecer a tu bebé para combatir la congestión nasal:
Agua.
Leche materna.
Fórmula infantil.
Soluciones de rehidratación oral con electrolitos si el pediatra considera necesario.
Jugos naturales ricos en vitamina C.
Duerme al bebé en su cuna:
La cuna, el moisés o un corral proporciona un entorno seguro y controlado para dormir a un bebé con mocos porque permitirá que mantengan sus vías respiratorias rectas y la cabeza erguida. Evita dormir a tu bebé en una mecedora, en un asiento para vehículos o en una silla vibradora. La posición vertical le puede venir bien hasta que se quede dormido, pero no es seguro que duerma siempre en vertical.
Crea un ambiente tranquilo en su habitación:
Al tener mocos y no poder dormir bien el bebé se pondrá irritable.
Asegurarte de que la temperatura de la habitación sea la ideal, de no exponer a tu pequeño a luces brillantes, de contar con una ventilación adecuada y de que la habitación esté libre de elementos irritantes, creará un entorno adecuado para que el bebé concilie el descanso nocturno.
Evita ambientes muy fríos o calientes:
Mientras el bebé tenga congestión nasal evita exponerlo a ambientes secos y calientes. Asegúrate de que la habitación de tu pequeño tenga un ambiente fresco y ventilado. Tampoco lo expongas directamente a corrientes de aire fría, ya que empeorará los síntomas del resfriado.
Elige un pijama adecuado para dormir:
Si tu bebé presenta congestión nasal, mantenerlo cómodo mientras duerme lo ayudará a descansar mejor. Puedes optar por colocarle una pijama de algodón ligero y transpirable, y por encima un mameluco y calcetines livianos.
Evita cubrir demasiado su cabeza, y si tu bebé es muy pequeño y quieres colocarle manoplas asegúrate de que no dificulten su movimiento.
Consulta al pediatra:
Si crees que debido a la congestión tu bebé sigue sin dormir bien y nada te funciona, haces bien en buscar ayuda del pediatra y optar por la medicación.
No automediques bajo ninguna circunstancias a tu pequeño, todos los medicamentos que le suministres al bebé para ayudarlo a combatir los mocos debe ser supervisado por el pediatra, quien le recetará la dosificación necesaria según la edad del bebé.
Hay padres que optan por remedios caseros a fin de combatir los mocos en bebés y que este pueda dormir mejor. Sin embargo, mi recomendación es que los utilices con precaución y antes consultes a un especialista.
Conclusión: Mocos en bebés: Descubre cómo ayudarlo a dormir mejor.
Los mocos en un bebé interfieren con su descanso nocturno ya que pueden tener frecuentes despertares o no conciliar el sueño. Ayudar a un bebé a dormir mejor cuando presenta congestión nasal forma parte de los cuidados que los padres deben darle a su pequeño.
Aunque los mocos en los bebés es algo normal que se puede aliviar con cuidados al pasar de los días, si no se toman las precauciones para aliviar y mejorar estos síntomas el desarrollo del bebé se verá afectado.
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